“No solo es la dieta es también la actitud” El Norte, suplemento salud, agosto 2016

NO ES LA DIETA, ES CUESTIÓN DE ACTITUD
Jorge Alberto García
Para bajar de peso también hay que “bajarle” a los pensamientos negativos: éstos pueden sabotear el proceso de adelgazar. la coach nutricional Elsa Sada comenta que las ideas que se tienen acerca de ciertos alimentos tienen un gran impacto sobre su bienestar y de hecho son tan importantes como la propia alimentación.
“La mayoría quiere saber qué debe de comer para perder peso y aunque yo les diga exactamente que comer y la persona intente seguir al pie de la letra el régimen de alimentación, de nada sirve si su actitud es negativa o no están convencidos porque abandonarán el tratamiento, por eso las dietas no funcionan”, subraya.
Además casi el 98 por ciento de personas que intenta una dieta fracasa en el intento, agrega la especialista, quien posee una maestría en nutrición y dietética por la universidad de león en España.
“Después de cinco años de haber empezado un régimen alimenticio, al menos el 50 por ciento ya recuperó su peso y el 40 por ciento aumentó aún más de peso, fuera de ayudar las dietas empeoran la situación”, enfatiza.
“Su obsesión es con su sobrepeso pero ese no es el problema, es la consecuencia del problema”, dice. El verdadero problema, insiste, está en la manera de pensar. nuestra salud, alimentación y estilo de vida son reflejo de nuestros pensamientos. Un ejemplo de esto es que un mismo platillo, como una pasta cremosa con camarones y ensalada, puede ser visto de formas muy distintas por dos personas.
“Una persona que desea adelgazar pensará que es engordativo por la grasa y la pasta, cuando en realidad no lo es si las porciones son adecuadas, y se sentirá culpable si se lo come, es decir, lo verá con miedo”, expone.
“En cambio, si es un atleta y acaba de entrenar, verá el platillo como grandes nutrientes necesarios para su recuperación y mirará las verduras, proteínas y carbohidratos útiles para su rendimiento y competencia.
Otro paradigma popularmente aceptado es que consumir verduras es molesto, “las personas fracasan porque dirigen su atención en el esfuerzo, en lo aburrido que es comer verduras, en el sacrificio que es dejar de comer lo que les gusta”, añade la coach nutricional.
“Debemos hacer consciencia de cómo pensamos para enfocar nuestra atención en los aspectos positivos y en los beneficios que brinda la alimentación sana”, sugiere. ayuda más pensar: “como quiero perder peso, encontraré la forma de hacerlo”, que creer: “que difícil es comer sano”.
Para Sada, algunas personas no son conscientes, o no quieren darse cuenta, de estas ideas que los sabotean y la única manera de cambiarlos es mediante un trabajo interno personal.
“A algunos se les dificulta hacer afirmaciones positivas porque arrastran desde su infancia ideas nocivas para su salud pero pueden aprender a hacerlo, sólo tienen que entrar en contacto consigo mismos para ir moldeando sus pensamientos”, dice.
La coach nutricional invita a explorar y buscar cambiar estas ideas dañinas para así transformar la relación que tienen con los alimentos, generando un estilo de vida saludable sin tener que hacer una dieta.
“Las personas que piensan en positivo son las que logran el éxito si se lo proponen, pero si alguien no está listo para un cambio, nunca tendrá la voluntad de alimentarse correctamente”, remarca.







